El valor de un vatio

Con la proliferación de los sistemas de medición de potencia en los últimos años y el descenso de sus precios han llevado a la popularización de este instrumento para el entrenamiento. Es ahora muy común que en alguna grupeta haya alguien con un eje de pedalier con elastómetros, y que en las conversaciones sobre puertos, hazañas y grandes exhibiciones (algún día hablaremos del ego del ciclista) se incluya un dato: los vatios.

Pero, ¿y eso qué es? Pues simplemente, es la medida de la potencia mecánica producida por el ciclista a través de los pedales. Es decir, al igual que ocurre con un velocímetro o un pulsómetro, los vatios son simples datos. Ahora bien, es un dato que reúne ciertas características (eso requiere un post aparte) que le hacen mucho más útil. Y es aquí, una vez que se obtiene ese dato, donde entra nuestro trabajo: evaluar, interpretar y utilizarlos para sacar el máximo rendimiento.






Sin embargo, si volvemos a esa grupeta en la que aparece un compañero con buje "oversize" nos encontramos con que para mucha gente los vatios sólo son números. Es en este punto donde entra en juego un concepto vital: potencia absoluta y potencia relativa.




La potencia absoluta es la medida objetiva de dicho esfuerzo. Es ese número que tanto nos gusta señalar, eso de "yo muevo 400W". Ya, vale. Pero, ¿cuánto pesas? La potencia relativa es la relación existente entre esos vatios y el peso del ciclista, expresado por el Ratio Vatios/Kg (p. ej: 350W/75Kg = 4 W/Kg.



Una vez sabemos qué es cada concepto, habrá que saber interpretarlo. De ambos, el más importante es la potencia relativa. La relación W/Kg es la expresión inequívoca del rendimiento de un ciclista. Es un dato objetivo y perfectamente comparable. A más vatios, menos peso, o ambos factores al únisono, siempre aumentaremos nuestro rendimiento. Un claro ejemplo de esto es la progresión de Bradley Wiggins, reduciendo su peso en 7Kg para ganar el Tour 2012, a cambio de lastrar un poco su contrarreloj; mientras ahora vuelve a ganar peso y fuerza para hacer segundo tras Tony Martin en Florencia 2013.








Pero, entonces, ¿de qué nos sirve la potencia absoluta? Tener el mayor ratio potencia/peso te asegura que cuando la carretera se empine vas a ser quien haya firmado un pacto con la Ley de la Gravedad. Sin embargo, hay dos situaciones en los que a más vatios totales sí hay más rendimiento: esprint y contrarreloj, amén de otros muchos factores como la aerodinámica o la inercia, es aquí donde la "fuerza bruta" se impone a la ecuación antes descrita.



Por tanto, cuando se hable de vatios hay que llevar cuidado. No significa ni supone lo mismo 500W para Tony Martin que para Nairo Quintana.


Recuerda, "para quien no sabe a donde va, cualquier camino le vale".